Qué tal, compadres, aquí va un secreto que no te cuentan los crupieres mientras te miran con cara de "este no sabe ni dónde está parado". Si quieres sobrevivir en la ruleta y el blackjack sin que tu cartera llore más que tú después de una mala racha, aprende a dividir tu lana como si fueras un narco contando billetes. La clave está en no poner todos los huevos en la misma canasta, porque cuando la bolita cae en el cero o el dealer saca un 21 de la nada, te vas a querer dar un tiro... pero sin plata.
Mira, la cosa es simple: agarra tu capital y haz tres montoncitos. Uno gordo, como el 70%, guárdalo bajo llave para que no te tiente apostarlo todo en una "corazonada". El otro 20% lo usas para las jugadas normales, esas donde te sientes medio valiente pero no tanto. Y el 10% que sobra, ése es para volverte loco en una apuesta arriesgada, tipo rojo o negro en la ruleta o doblar en el blackjack cuando el dealer parece nervioso. Si ganas, genial, te pagas unas chelas; si pierdes, no te vas a dormir en la calle.
No me vengan con que "es mucha matemática", porque si sabes contar las cartas que te robaron en el último amorío, esto te sale solo. Prueben, pierdan, ganen, pero no digan que no les avisé cuando estén contando migajas en vez de billetes.
Mira, la cosa es simple: agarra tu capital y haz tres montoncitos. Uno gordo, como el 70%, guárdalo bajo llave para que no te tiente apostarlo todo en una "corazonada". El otro 20% lo usas para las jugadas normales, esas donde te sientes medio valiente pero no tanto. Y el 10% que sobra, ése es para volverte loco en una apuesta arriesgada, tipo rojo o negro en la ruleta o doblar en el blackjack cuando el dealer parece nervioso. Si ganas, genial, te pagas unas chelas; si pierdes, no te vas a dormir en la calle.
No me vengan con que "es mucha matemática", porque si sabes contar las cartas que te robaron en el último amorío, esto te sale solo. Prueben, pierdan, ganen, pero no digan que no les avisé cuando estén contando migajas en vez de billetes.