Ey, qué tal, banda, aquí pensando en voz alta. Si apostamos a ciegas en esos torneos, ¿no sería como darle un giro raro al destino? Digo, imagina, vas sin ver nada, puro instinto, y de repente la suerte se confunde porque no sabe si vas de listo o de loco. A veces pienso que entre más planeas, más te enredas, pero si te lanzas así, sin red, igual y el caos te juega a favor. No sé, yo he probado cada cosa extraña que ya ni me acuerdo qué funcionó y qué no. La otra vez puse todo en una jugada que ni entendía, y por pura chiripa salió bien. ¿Alguien más se anima a probar esta locura o ya estoy delirando solito? Total, el chiste es no tomarlo tan en serio y no dejar que el juego te coma, ¿no?