¡Qué tal, compas! La verdad, estoy hasta el cuello de que el póker me deje en ceros. Leí por ahí sobre la secuencia de Fibonacci para controlar las apuestas y decidí probarla, porque, ¿qué más da? La idea es simple: usas los números de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, y así) para decidir cuánto apostar después de cada pérdida. Si ganas, retrocedes dos pasos en la secuencia. Suena bonito, ¿no? Pero en el póker no es tan fácil. La varianza te puede destrozar aunque sigas la fórmula al pie de la letra. Lo probé en un par de sesiones online, y aunque al principio parecía que controlaba las pérdidas, una mala racha me mandó al carajo igual. Creo que funciona mejor para juegos más predecibles, como la ruleta, pero en póker, con tanto farol y lectura, es como bailar con un toro. ¿Alguien más lo ha intentado? Porque estoy a punto de tirar la toalla con estas "estrategias mágicas".