Qué tal, gente, aquí estoy de nuevo porque no puedo quedarme callado con esto. Sigo viendo sus estrategias de ruleta y, la verdad, no me llenan el ojo. Todo eso de los números calientes, los patrones en la mesa y las martingalas me suena a puro cuento. ¿En serio creen que eso tiene más profundidad que un partido de rugby bien jugado? Yo digo que no, y punto. El rugby es otra cosa, ahí sí hay táctica de verdad, no como esas vueltas que le dan a la ruleta esperando que la suerte les sonría.
Mírenlo así: en el rugby, cada scrum, cada lineout, cada pase tiene un porqué. Si apuesto a un equipo, no estoy tirando fichas al azar como en la ruleta. Analizo cómo se mueven los forwards, si los backs tienen velocidad para romper la línea o si el fly-half sabe leer el juego. Eso es estrategia, no andar contando giritos de una bola. La semana pasada, por ejemplo, puse mi dinero en los Pumas contra Australia. ¿Por qué? Porque vi que su pack estaba dominando en los últimos partidos y que los Wallabies no cierran bien en defensa cuando les meten presión en el breakdown. Gané, claro, porque ahí hay lógica, no solo fe ciega.
En cambio, ustedes me vienen con que "la ruleta tiene su ciencia". ¿Ciencia de qué? Si al final el croupier la hace girar y todo se va al carajo. Prefiero mil veces clavar mis apuestas en un try bien armado que en esas mesas donde lo único que importa es si te toca el rojo o el negro. Y no me digan que el blackjack es diferente, porque ahí también te la juegas con las cartas que te toquen, aunque al menos puedes contar un poco. Pero, ¿saben qué? Hasta eso me aburre comparado con un buen maul que termina en puntos.
Yo seguiré con mi rugby, que ahí sí entiendo lo que pasa y no me siento como idiota esperando que una bolita decida mi noche. Ustedes sigan con sus sistemas infalibles que igual pierden a la larga. Cada quien con lo suyo, pero no me vengan a vender que la ruleta tiene más cabeza que un partido de los All Blacks. ¡Eso no se lo trago ni con tequila!
Mírenlo así: en el rugby, cada scrum, cada lineout, cada pase tiene un porqué. Si apuesto a un equipo, no estoy tirando fichas al azar como en la ruleta. Analizo cómo se mueven los forwards, si los backs tienen velocidad para romper la línea o si el fly-half sabe leer el juego. Eso es estrategia, no andar contando giritos de una bola. La semana pasada, por ejemplo, puse mi dinero en los Pumas contra Australia. ¿Por qué? Porque vi que su pack estaba dominando en los últimos partidos y que los Wallabies no cierran bien en defensa cuando les meten presión en el breakdown. Gané, claro, porque ahí hay lógica, no solo fe ciega.
En cambio, ustedes me vienen con que "la ruleta tiene su ciencia". ¿Ciencia de qué? Si al final el croupier la hace girar y todo se va al carajo. Prefiero mil veces clavar mis apuestas en un try bien armado que en esas mesas donde lo único que importa es si te toca el rojo o el negro. Y no me digan que el blackjack es diferente, porque ahí también te la juegas con las cartas que te toquen, aunque al menos puedes contar un poco. Pero, ¿saben qué? Hasta eso me aburre comparado con un buen maul que termina en puntos.
Yo seguiré con mi rugby, que ahí sí entiendo lo que pasa y no me siento como idiota esperando que una bolita decida mi noche. Ustedes sigan con sus sistemas infalibles que igual pierden a la larga. Cada quien con lo suyo, pero no me vengan a vender que la ruleta tiene más cabeza que un partido de los All Blacks. ¡Eso no se lo trago ni con tequila!