Qué tal, compas,
A veces miro las pistas bajo el cielo gris y pienso que apostar en deportes al aire libre es como correr tras sombras. Todo parece claro un segundo, pero luego el viento cambia y te quedas con las manos vacías. Ayer, mientras veía una carrera de ciclismo en la montaña, me puse a analizar: los favoritos no siempre ganan cuando la lluvia empapa el terreno. Ahí está el truco, ¿saben? Fijarse en los detalles que otros pasan por alto.
Yo suelo ir por los underdogs cuando el clima se pone feo. Las cuotas suben, sí, pero también el riesgo. Si el pronóstico dice tormenta, miro a los que corren con hambre, no con fama. En una carrera de fondo, como las de cross-country, apuesto a los que saben guardar energía, no a los que arrancan quemando suela. La paciencia paga más que la prisa.
A veces pierdo, claro. El sol no siempre sale cuando lo esperas. Pero cuando acierto, es como si la sombra se volviera luz por un rato. ¿Y ustedes? ¿Qué hacen cuando la pista se llena de lodo y las apuestas se tuercen?
A veces miro las pistas bajo el cielo gris y pienso que apostar en deportes al aire libre es como correr tras sombras. Todo parece claro un segundo, pero luego el viento cambia y te quedas con las manos vacías. Ayer, mientras veía una carrera de ciclismo en la montaña, me puse a analizar: los favoritos no siempre ganan cuando la lluvia empapa el terreno. Ahí está el truco, ¿saben? Fijarse en los detalles que otros pasan por alto.
Yo suelo ir por los underdogs cuando el clima se pone feo. Las cuotas suben, sí, pero también el riesgo. Si el pronóstico dice tormenta, miro a los que corren con hambre, no con fama. En una carrera de fondo, como las de cross-country, apuesto a los que saben guardar energía, no a los que arrancan quemando suela. La paciencia paga más que la prisa.
A veces pierdo, claro. El sol no siempre sale cuando lo esperas. Pero cuando acierto, es como si la sombra se volviera luz por un rato. ¿Y ustedes? ¿Qué hacen cuando la pista se llena de lodo y las apuestas se tuercen?